La arteria de la M-30 y su túnel de emergencia donde bajar a refugiarse en una evacuación

Para entender la disposición de la arteria principal de la M-30, lo más sencillo es verlo como dos medias naranjas: por la parte de arriba circulan el tráfico rodado y por debajo se encuentra la galería de emergencia, el lugar donde refugiarse en caso de una incidencia grave, algo que todavía no ha sucedido. A este tubo se le conoce como bypass sur y consta de dos túneles unidireccionales de tres carriles con 4,2 kilómetros de longitud cada uno, que permiten la conexión directa entre el tramo suroeste de soterramiento de la M-30 (en el río Manzanares a la altura del paseo de Santa María de la Cabeza) y la M-30 ya en superficie, en las proximidades de la avenida del Mediterráneo.

Para la construcción de los 8,4 kilómetros de túneles del bypass, llamados así porque enlazan con el Nudo Sur (A-4), se utilizaron dos tuneladoras bautizadas como Dulcinea y Tizona, que con 15 metros de diámetro fueron en su momento las tuneladoras más grandes del mundo. El resto de túneles de la M-30 se construyeron mediante el método Cut & Cover, un procedimiento donde se excava desde la superficie el hueco que ocupa el túnel y se van colocando pantallas en los laterales al tiempo que se va cubriendo por encima. 

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El túnel sur del bypass sur se encuentra junto al Palacio de Cristal, comenzando en los túneles del Manzanares a la altura del Puente de Praga y finalizando al este de la M-30 hacia Conde de Casal. Este dispone de una salida hacia la carretera de Valencia (A-3). Los accesos al túnel sur son varios: una entrada desde Marqués de Vadillo y otra situada junto al antiguo estadio Vicente Calderón. De este modo, se canaliza el tráfico desde las carreteras de Extremadura y A Coruña.

Por su parte, el túnel norte del bypass sur se encuentra entra Conde Casal y el paseo de Santa María de la Cabeza. Estos túneles liberan el tráfico bajo el parque de Arganzuela y el de Tierno Galván, lo que agiliza los recorridos hacia la A-3 y la carretera de Andalucía desde la A-42 y la avenida del Mediterráneo.

Las galerías de emergencia del 'bypass' sur de la M-30

Estos túneles bidireccionales se encuentran a una profundidad máxima de 63 metros, lo que hace que la salida de emergencias no se realice hacia el exterior, sino que produce hacia abajo, donde está la galería de emergencia. "El bypass se evacua hacia el túnel paralelo y desde ahí se baja a la galería de emergencia. En ese túnel inferior las personas están totalmente protegidas y tienen aire limpio", explica el ingeniero de explotación de la M-30 José Luis Muñoz.

Carlos Gámez

Debajo de cada uno de los dos tubos de tráfico rodado existen una galería de 3,5 kilómetros por sentido. Estos dos túneles se conectan mediante un espacio peatonal de seguridad, el cual tiene unas escaleras que permiten la conexión directa con la galería de emergencia. De este modo, para evacuar el túnel derecho, las personas tienen que dirigirse hacia el espacio peatonal, seguir las flechas verdes que señalan las escaleras y descender hacia la galería de emergencia que se encuentra bajo del túnel izquierdo. Y del mismo modo en la otra dirección.

Sergio García

En estas galerías, que todavía no ha tenido que utilizarse desde que se inauguró en 2007, hay comunicaciones de radio con el exterior, detección de incendios, iluminación de emergencia, equipamiento para los bomberos como en superficie, tres tomas de agua cada 25 metros, caminos alternativos y postes SOS. Ante una emergencia, los vehículos de bomberos, policía o las ambulancias tiene dos entradas, una a cada extremo de túnel.

De vuelta al túnel por donde circula el tráfico rodado, cabe destacar los conductos de extracción de aire que recorren los 4,2 kilómetros del bypass. Se trata de un tubo por donde circula el aire caliente contaminado que posteriormente se expulsa a la superficie ya filtrado. Para esta tarea, el túnel tiene 85 pozos de ventilación y 950 ventiladores.

La vía urbana más transitada de España

Por la M-30 circulan al mes una media de 32 millones de vehículos, el equivalente a todo el parque móvil de España, lo que la convierte en la plataforma de movilidad urbana más transitada de España. De los 32 kilómetros de vía, 10 discurren a través de túneles, siendo la red suburbana más extensa de Europa y la segunda del mundo, después del de Yamate, en Japón.

El próximo mes de octubre, la M-30 cumple 50 años desde su construcción y 20 desde que pasó de estar en manos del Estado a gestionarse desde el Ayuntamiento de Madrid. La sociedad mixta responsable de la gestión, explotación, conservación y mantenimiento es Madrid Calle 30, S.A., que está participada en un 80% por el Ayuntamiento y en un 20% por EMESA, la UTE integrada por Ferrovial, Iridium (grupo ACS) e Imesapi (Grupo Vinci). Esta sociedad está adscrita al área de Obras y Equipamientos.